Este es el desafío más inquietante e importante de la saga que comenzó con idea y producción, luego clínica de la imagen y terminando con el taller motivacional, este nuevo reto está pensado para aquellos fotógrafos que hayan realizado esos talleres y que a su espíritu creativo le quieran agregar la búsqueda de un estilo artístico con lenguaje fotográfico propio, una marca de identidad, un sello inconfundible personal, que hacen reconocer al autor y sus imágenes; ser reconocidos por las cosas que dice fotográficamente, por su mirada, sus puntos de vista, la estética de sus trabajos incluso su paleta de colores; cuidando además de mi parte, no dirigirlo ni personalizarlo en mi persona, para que cada autor, no pierda la originalidad y frescura de sus imágenes, ni su carácter.
El atrevimiento, la observación, la dedicación y la elección de los temas, serán el leitmotiv de este espacio, brindándole a cada uno algunas nuevas alternativas visuales y que a la vez quedaran en su decisión de incorporarlas o no. Se buscará como trabajo final la realización de un portfolio digital e individual para que cada alumno lo pueda presentar en cualquier oportunidad que le fuese requerido, ya sea en una galería de arte, o acompañando su currículum vitae, como una carta de presentación: su marca registrada.
Tendremos una clase cada catorce días, con un ejercicio para cada encuentro. Para la primera clase cada alumno, que participe deberá enviar al fotoclub a su propio entender y parecer LAS SEIS MEJORES FOTOS QUE HAYA REALIZADO EN “SU VIDA”, siempre con criterio artístico, editadas y terminadas, tal como lo hacían en el Taller Motivacional. Como siempre les pediré un compromiso de trabajo y dedicación.
Docente a Cargo: Pedro Gil