El Viernes 13 de Octubre se inauguró Almas Danzantes de Saúl Zerpa
Almas danzantes
Hay una frase que retumba últimamente en Venezuela, con un significado profundo y tangible: el cacao es esperanza.
La economía venezolana estuvo sustentada en el cacao en su época colonial, las variedades en todo el territorio nacional lo convierten en un tesoro, especialmente para foráneos. Sin embargo, en la actualidad se rige la economía a través de la industria del petróleo y, por distintas razones la industria no produce la misma cantidad de barriles que hace 20 años. Probablemente la ausencia del petróleo y sus derivados, ha despertado interés en otros rubros. Aquí entra de nuevo en el escenario el cacao.
No obstante, la ausencia de instituciones en el país ha sido una piedra en el zapato para los rubros que requieren emprender y formalizarse. La exportación del cacao está en manos reducidas y básicamente el productor no tiene posibilidades de explotar su materia prima y esto hace que no termine de desarrollarse a gran escala.
Desde hace aproximadamente 5 años, he estado involucrado con un pueblo que tiene como referencia el cultivo y procesado del fruto. Canoabo es uno de los asentamientos más antiguos del estado Carabobo, está a 40 minutos de la capital, Valencia. En medio del pueblo se desarrollan manifestaciones culturales muy diversas.
Canoabo junto a otras poblaciones del estado Carabobo, están en un sector privilegiado en cuanto a la producción del cacao. Alrededor del cultivo y procesado de este producto se agrupan manifestaciones culturales que hacen del pueblo un destino turístico.
Los Diablos Danzantes es una de las tradiciones más importantes. Se celebra el día de Corpus Christi y representa una lucha entre el bien y el mal. Los diablos se revisten con indumentarias coloridas, ligada al Caribe y a la cercanía con el sol del trópico cerca de la costa. Es una experiencia sensorial que incluye pichaguas (maracas), que se fabrican con material que viene del árbol de tapara; antes que madure es arrancada, en un proceso de curado se le meten semillas de flores de capacho. Estas pichaguas van en los pies de las personas que realizan la danza y es la parte rítmica que acompaña a una parte melódica interpretada por dos guitarras y una mandolina.
Esta manifestación es una parte del alma del pueblo. Por eso, en medio de mi interpretación de lo que puede ser el alma, investigué recursos fotográficos que me llevaron a hacer algo parecido, por eso usé la fotografía estenopeica digital.
Fue un permiso que me di para experimentar en la búsqueda de la narrativa, pues todo yace en la intencionalidad con que los creadores visuales abordamos el hecho de la creación. La fotografía estenopeica está basada en tomas estáticas, lo cual no era posible con los Diablos Danzantes.
Mientras danzan con un paso característico, donde hacen una cruz, ligado a la larga exposición se crea esta interpretación del alma saliendo, divirtiéndose y existiendo en el ritual de los diablos.
Han permitido que lleguen más personas a Caonabo gracias a los danzantes, y esto se traduce en un resurgir en la memoria colectiva. Pues en el país, cuando se habla de Diablos Danzantes solo se habla de Yare (Miranda). A través de la fotografía proyectamos las actividades de un pueblo.
La pandemia y la guerra en Ucrania han afectado la exportación de cacao. Los principales compradores están en Europa, no hay tantos compradores porque no es una prioridad en medio del conflicto. Una barra fabricada con cacao de Canoabo en Europa puede costar entre 5 y 6 euros, es básicamente un lujo. Mientras tanto de este lado, un pueblo sigue luchando por demostrar su valor, sino es a través del fruto, es a través de su cultura, después de todo, es la esencia.
Trayectoria Artística
Saúl Zerpa es el fotógrafo de lo que piensa, el músico que llora al escuchar buena música y el ingeniero que sufre al no encontrar soluciones.
La fotografía lo sorprendió en la sala de redacción del Diario El Carabobeño, se formó en la Fundación Centro de Estudios de las Américas y el Caribe en las áreas de fotografía digital, composición y narrativa fotográfica.
Ha publicado trabajos en:
El Universal Secuestrados
El Universal La Ribera “Capítulo río Parguaza”
Bex Fotografía Latinoamericana Secuestrados
Revista Desbandada Secuestrados
DNG Magazine Secuestrados
Viceversa Magazine La Ribera
Viceversa Magazine Secuestrados
El Carabobeño: La Ribera
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