FotoLogos 3

FotoLogos 3

Tercera Entrega.
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Logotipo 2

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“FOTOLOGOS”

De qué se trata..?  Cómo empezamos..?

En “La musa inspiradora” un cuento de Fontanarrosa, el protagonista, espera con desesperación, la llegada de la musa, para tener nuevas ideas. Finalmente, cuando la tiene enfrente, ésta le da un consejo: “AHORA HAY QUE TRABAJAR”.

Comenzaremos con la publicación de un texto, que funcionará como un disparador de ideas.
Les proponemos tomar imágenes de lo que cada uno interprete o le sugiera y las envien por mail a fotologos@nuevofca.com.ar

Luego, en una reunión on line, compartiremos y analizaremos, todos juntos, el material obtenido.

Se podrán enviar hasta 5 fotos por autor, en un tamaño de 1.200 px el lado más largo. Último día para el envío: Miércoles 20 de Octubre.

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FOTOLOGOS | Espacio de reflexión fotográfica.
Fotologos, un lugar de expresión donde las palabras se toman de la mano, se entrelazan hermanadas, para pensar, sentir y abrazar la fotografía.

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Tercera Entrega

Eran cinco
de Dora Demarco

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Eran cinco. Y otros cinco. Y otros y otros más.

Cada uno se movía diferente; también se cruzaban y entrecruzaban.

Estaban pálidos a la luz del atardecer. Sólo un rayo los iluminaba. Uno de un grupo se paró y recorrió el horizonte del poniente y lo mostró… sus cuatro compañeros casi no lo miraban –en realidad diría que miraban el suelo-, sólo el más gordito lo hizo como de reojo.

 

El sol se puso.  

Se vino la noche y todos caminaban con su propio grupo y cada grupo mantenía su distanciamiento (palabra muy usada durante la pa/esada pandemia).

 

Era otoño.

Había silencio. Las hojas de los robles inundaban el camino. Dos grupos avanzaban a contrapelo de la puesta de sol. Empezó el crepitar de las hojas. ¡Se sentían en la gloria!. Al mismo ritmo se movían por el piso. Iban para atrás, para adelante y también para arriba y para abajo; creo que estaban contentos al descubierto y todos con pocas ropitas del mismo color magentoso.

Mientras tanto, por arriba de ellos, otros dos grupos les seguían la cadencia haciendo casi alternadamente semicírculos este-oeste. Parecía que todos habían comprado sus pilchitas mínimas en la misma tienda, sólo que las de estos, que también eran magentosos, tenían estrellitas. Algunos usaban gargantillas.   ¿Qué pasaba que había tanta alegría?:

…¡¡¡Salía la luna lunera, cascabelera…!!!! 

Entre los árboles y las nubes que cabalgaban el cielo, la gran luna completa y casi rosada, los miraba.

¡De lujo!

 

Festejo obligado.

A jugar se ha dicho: Cada uno (o con ayuda) expresó, a su manera, sus sentires: Una I. Una X. Una V. Una O. Una lente. Una boquita. Una higa. Un0. Un1, un2, un3, un4, un5 y… medio corazón. Y al final unos 5 y otros 5 en vertical; otros 5 y otros 5 en horizontal hicieron 10 perfectos ángulos rectos.

Cerraron con una ovación.

 

 

 

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