El Sábado 3 de Julio se realizó la Reunión de FotoLogos 1
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FOTOLOGOS | Espacio de reflexión fotográfica.
Fotologos, un lugar de expresión donde las palabras se toman de la mano, se entrelazan hermanadas, para pensar, sentir y abrazar la fotografía.
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Primera Entrega
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Frutos
de Martín Hernán Miranda
¿Cuándo germinarán las imágenes que laten dentro de la mirada?
¿Será con la luz de un renacer, con una caricia de sol en la boca?
Cuando cierre los ojos y la noche se duerma, saldré a sembrar imágenes. A sembrarlas. Me resisto a la infortunada analogía del fotógrafo-cazador, como si la cámara fuera un arma, como si el fotógrafo fuera un asesino. Yo prefiero verla como una canasta de mimbre donde recojo los frutos caídos. Frutos que se muerden con los ojos y se saborean con el paladar del alma.
Frutos que cuelgan del tiempo. Que penden de un hilito de suerte. Que caen justo cuando uno pasa caminando con la canasta vacía.
Porque el fotógrafo no mata, al contrario, el fotógrafo es un idealista que intenta salvar al tiempo del suicidio. De rescatarlo porfiadamente del inevitable final. De interrumpirlo. Distraerlo por un rato, aunque después la imagen se desvanezca.
Generalmente, el tiempo cae en la trampa y queda retenido en la fotografía.
Por eso los fotógrafos desafían al destino. De ahí que coleccionan fragmentos de realidades, huellas de fantasmas, pisadas de algún transcurrir. Ecos de los ecos, tan sutilmente inaudibles.
Y por eso paso las noches sembrando imágenes. Para cosechar pedacitos de memoria, que además de alimentar la nostalgia, darán semillas de nuevas imágenes; brotes de porvenires, que cuando crezcan también caminarán al abismo como autómatas, y entonces se completará otra vez el círculo del tiempo suicida y el fotógrafo héroe. Llegará el salvador para que alguien pueda conocer ese tiempo después de ese mismo tiempo. Una moraleja quizás compleja de explicar pero sencilla de ver. Porque la fotografía es el registro del pasado que se saborea con el paladar del alma, pero siempre en un presente posterior al momento de la toma.
¿Será verdad que el clic es el sonido del tiempo al quebrarse? ¿Será verdad la ilusión?
Sé, también sé bien, que los frutos perecen.
Es tarde mi noche, voy regresando a casa. Ya estoy preparado para cuando amanezcas.
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Aquí podés ver la Reunión
