El Jueves 7 de Marzo se inauguró la muestra «Proyecto Bálsamo» de Lisandro Bagnato.
Poyecto Bálsamo
Momentos en Varela Varelita
¿Qué es lo que nos llama la atención de otras personas? ¿Por qué sucede que determinados lugares nos provocan una extraña sensación de familiaridad?
Éstas son algunas preguntas que se fueron generando en mí al revisar y seleccionar las fotos que terminaron formando parte del Proyecto Bálsamo. Un proyecto que se fue gestando lenta y paulatinamente. Hasta diría casi involuntariamente.
El puntapié inicial fue una instintiva curiosidad por el otro. Esas caras, semblantes y figuras que atrapan nuestra atención sin razón lógica aparente. Nuestros ojos se quedan tratando de descifrar o decodificar algún mensaje secreto que encierra esa otra persona con la que casualmente nos cruzamos.
En algunos casos esa efímera fijación es tan intensa que nos vemos sorprendidos y avergonzados cuando esta persona nos devuelve la mirada. No tenemos motivo aparente para reparar particularmente en ella. No la conocemos, no se parece a algún familiar o amigo nuestro. En esos momentos ni nosotros mismos alcanzamos a comprender el porqué de nuestro extraño comportamiento.
La fotografía permite canalizar esa curiosidad y dejarla documentada para luego tratar de entender el motivo de tal impulso.
En lo personal, el retrato callejero fue la puerta de entrada a esta búsqueda. Aunque con el tiempo he notado que, para mí por lo menos, éste no era el ámbito ideal.
Todo lo rico y misterioso que esos rostros y figuras representaban para mí, se veía deslucido o al menos no captado adecuadamente. Mi obsesión requería que replantease mi estrategia.
Si no existieran las normas éticas, morales y sociales de comportamiento mi impulso natural sería seguir a esta persona para tener una mejor oportunidad de captar esa valiosa y enigmática información que su rostro tiene para ofrecerme.
Esto me despertaba más preguntas: Además de su casa, ¿a qué otro lugar podría estar yendo esta persona? ¿Habrá quizas algún lugar público donde vaya y se sienta lo suficientemente cómodo como para entregarse a sus pensamientos sin tener el temor de ser embestido por un auto u otro transeúnte?
Una de las respuestas a esta pregunta es naturalmente un bar. Un lugar donde por unos minutos uno puede relajarse y darle una pausa a nuetro diario trajín.
Las fotos del Proyecto Bálsamo son el producto de un lugar puntual de Buenos Aires, el bar Varela Varelita, que como otros lugares públicos contiene una dinámica particular. Una química que se gesta colectivamente y que tiene la impronta de cada persona que lo visita.
Mas allá de las particularidades del caso. Creo que estas imágenes remiten también a situaciones familiares que tienen que ver con todos nosotros. Con nuestra cultura.
Una esquina, un bar, un bálsamo.
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Inauguración
Obras
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