El Jueves 7 de Septiembre se inauguró la muestra “Desde adentro” de Laura Muschetto.
Reseña:
El presente trabajo es el resultado de una singular búsqueda fotográfica basada en una exhaustiva selección y elaboración de imágenes tomadas con una cámara analógica, catorce años después de aquel largo recorrido realizado por la ex Unidad Penitenciaria Nº 1 –Cárcel de Caseros- en virtud de su anunciada demolición.
Sucedió una helada mañana del mes de Julio de 2003: experiencia única; sorprendente y reveladora.
Puedo decir que ha dejado sus marcas a lo largo de los años, despertando a tiempo los sentidos, insistiendo desde adentro, resistiendo al olvido.
Desde el frío banco ubicado frente a la manzana que sostenía aquel imponente y legendario edificio- mutilado y herido- solo podían observarse espacios vacíos.
Una ausencia inquietante lo inundaba todo. Nada por aquí, nadie por allá.
Los ecos de antaño se habían marchado.
Cualquier bocanada de aire fresco que pudiera respirar aguardando en el umbral exterior quedó fugazmente obstruida ni bien me incorporé aquel casco blanco para ingresar.
La pálida y desteñida luz de la linterna solo alumbraba pequeños fragmentos, recortes vagos de aquello que ha sido.
Piedra y metal, tinta y papel.
Revoltijo incierto de alma y piel; deuda y condena.
Ya casi no existen puertas, pero los espacios se saben fronterizos.
Pueden observarse entonces diversos objetos; amontonados, rotos u olvidados; fotos, libros abiertos, diarios inacabados, telas roídas. Urgencia y soledad.
Todo parece haber advenido deshecho, falto de gracia.
Sin embargo, algo permanece todavía allí, presente entre las sombras.
Haciendo uso del poder del trazo, del pincel y de la letra; cobijadas en un hueco ciego, pertenecientes a otra realidad: las pinturas, los dibujos, los mensajes, lo escrito, lo inscripto; las marcas talladas.
Lo propio, la intimidad.
Personajes anónimos lo intentan una y otra vez: moverse desde adentro, emerger.
Una fotografía atrapando al azar, quizás una verdad. Iluminando algún paisaje interior, un relato subjetivo.
De pronto, una ballena intensamente azul inunda de agua nueva y fresca una celda diminuta haciendo irrumpir lo vivo; abriendo con dramática fuerza e intensidad las ventanas, y también los horizontes.
Creaciones que a cada paso, al modo de mágicos atrapa-sueños, intentan domesticar y engañar a los monstruos que habitan las peores pesadillas cuando el sol se escabulle.
Cualquier detalle se vuelve valioso, sorprendente, revelando tal vez alguna pista, como el hallazgo de una aparente huella sobre la arena, de un mundo posible, de un hombre aún vivo.
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Imágenes de la Inauguración
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Video de la Inauguración
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Obras
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